Como continuación de los tutoriales de preparación de café, hablaremos en este post sobre cómo preparar un café expreso, en italiano “espresso”. Es para nosotros, y para la mayoría de profesionales, el método más utilizado y el más consumido cuando tomamos café fuera de casa.
Preparar un expreso requiere de una cafetera expreso, y sobre ellas hablaremos en este post. En próximas publicaciones explicaremos bien cómo preparar un expreso.
Para preparar correctamente un expreso hay que respetar el protocolo que estandariza la SCA. Este protocolo consta de una serie de pasos de limpieza que debemos respetar si no queremos contaminar el sabor de nuestro café. Limpiar el cacillo, purgar el grupo o la lanza del vaporizador, son acciones que forman parte de este protocolo. Pero, ¿qué es un cacillo? ¿Qué es el grupo? Es por esto que considero necesario adquirir algunos conocimientos sobre la máquina antes.
Una cafetera expreso hace pasar agua a alta temperatura y alta presión a través de una pastilla de café colocada en un portafiltro. Para ello se sirve de una bomba (en las cafeteras de pistón no hay bomba, la presión la ejerce el propio mecanismo), que recoge el agua de la red aplicando presión, normalmente alrededor de 9 bares. En el recorrido desde la bomba hasta el grupo (lugar donde colocamos el portafiltro, por el cual sale el agua caliente), el tubo que guía el agua atravesará la caldera principal, calentando el líquido. De esta manera el agua que contactará con el café, lo hará con mucha presión y muy caliente. Es por esto que el espresso es un método de extracción considerado agresivo, sobre todo si lo comparamos con otros como V60 o Aeropress.
Los matices que encontraremos en una taza de espresso son diferentes a los de un café filtrado por muchos motivos. El tiempo y la cantidad de bebida que obtendremos son menores, lo que provoca más concentración de sólidos para el mismo líquido. Hablaremos sobre porcentajes de extracción y ratios, pero más adelante. Los cafés preparados en máquina expreso serán cafés con una mayor intensidad que los filtrados en todos los aspectos, acidez, aroma etc.
Otra parte de la cafetera expreso es el portafiltro, en el cual se coloca el filtro metálico, que se puede quitar y poner. Este portafiltro debe estar muy limpio antes de colocar el cacillo o filtro, que debe estar muy limpio también. Los cacillos tienen diferentes tamaños, y debemos respetar la cantidad de ese cacillo en la medida de lo posible. Podemos añadir un par de gramos más, poner un par menos, pero nunca dejarlo medio vacío o demasiado prensado.
Una herramienta muy importante también con la que cuentan las máquinas expreso es el vaporizador. El vaporizador utiliza la presión de la caldera para expulsar vapor a alta temperatura. Con este vapor podemos calentar la leche, pero además, utilizándolo adecuadamente, podremos añadir aire a nuestra leche en el momento de calentarla para conseg uir esa crema con la que se realiza «latte art». Es muy importante mantener muy limpio el vaporizador, purgándolo antes y después de cada uso, y limpiándolo por dentro periódicamente.
La cafetera expreso consta de más elementos, como la bandeja o el calienta tazas. Esto dependerá de la gama, pudiendo contar con muchas prestaciones, reguladores de caudal de agua, calderas independientes, balanzas integradas para cada grupo, etc. La variedad de modelos es infinita y recomendamos buscar aquella que se ajuste a nuestras necesidades y conocimientos. Si tienes dudas para elegir tu cafetera expreso, no dudes en contactarnos en info@santoamaro.es
Continuaremos la semana que viene con más consejos para preparar bien un café expreso. Y tú, ¿has preparado café alguna vez en una máquina expreso? Déjanos tus impresiones en los comentarios.